jueves, 4 de junio de 2009

Europa I: Ciudadana europea


El jueves pasado cumplí con mi deber ciudadano votando en las elecciones probablemente las menos excitantes del planeta: las elecciones al Parlamento Europeo. Lo que no significa que no sean importantes; dos tercios de las leyes europeas se están dando a nivel europeo. Porqué entonces solo un 43% de los 371 millones de europeos acudió a votar por quienes los representan en Estrasburgo y Bruselas?

La primera razón es que las cosas importantes se deciden en Bruselas pero no en el Parlamento. Se deciden a dos cuadras de la sede del Parlamento, en el edificio cristalino del Concejo Europeo, donde se reúnen los dirigentes de los gobiernos nacionales; se deciden en el concejo ministerial entre los ministros sectoriales nacionales y se deciden en el cuerpo tecnocrático de la Comisión Europea. Su presidente, el funcionario europeo más alto, no es elegido por el Parlamento, sino nombrado por los gobiernos nacionales.
El Poder del Parlamento Europeo se limita en muchos casos al poder del veto. Algo que por cierto debería cambiar con el Tratado de Lisboa - si los europeos deciden aceptarlo después de que los holandeses, los franceses y los irlandeses lo han rechazado en sus respectivos referendums hace 4 años.

Otro motivo por el poco entusiasmo de los europeos hacia su parlamento son los candidatos: suelen ser políticos duchos y con fecha de exspiración vencida en sus respectivos países. Entonces, los partidos los mandan a Strasbourg porque en casa ya no los necesitan. Los poíiticos jóvenes,los que son ansiosos de poder, los que inician los debates alguidos, normalmente no buscan llegar a una curul en Strasbourg, sino a Paris, Berlin, London o Den Haag.
Tampoco hay muchos candidatos verdaderamente europeos que sean bilingües, que se sienten en casa en varios países y puedan representar Europa, y no solo a un país. El franco-alemán Daniel Cohn-Bendit del Partido Verde, que se mueve igual en los talk-shows politícos de Francia como de Alemania, es todavía una excepción.

La crisis económica actual tampoco ayuda mucho a que la Unión Europea gane importancia para la gente. Las respuestas políticas a la crisis apuntan mucho más a salvaguardar industrias nacionales y no reflejan una política europea en conjunto.

Mas bien, la crisis ha incrementado una competencia inter-europea por puestos de trabajo que no había en tiempos de crecimiento económico. El temor al migrante como rival por un puesto de trabajo se extiende ahora a los " paisanos" europeos de Rumania, Bulgaria, Polonia - o hasta de España, donde una tasa de desempleo de 17% hace que los españoles busquen suerte en otros paises europeos.

Haciendo un balance de estas elecciones, podemos decir que Europa como tal salió perdiendo. Los resultados, ademas, demuestran a nivel europeo una perdida considerable de los partidos socialdemócratas. Se explica en parte por contextos nacionales ( el escándalo del Labour Party en UK, la coalición guernamental con los conservadores en Alemania etc). Pero esta explicación no es suficiente. En esta crisis económica, las recetas de los gobiernos conservadores y de los gobiernos socialdemócratas se parecen mucho. Los conservadores aplican políticas estatales en la economía que anteriormente fueron atribuidos a la izquierda.

Los partidos de la extrema derecha han salido ganando en algunos países. Lamentablemente también en Holanda, donde mi voto no pudo impedir que el partido anti-islámico con su líder Geert Wilders llegara a ocupar el segundo puesto.

Como estudiante de un programa que nos lleva a tres países europeos para darnos una " perspectiva europea" , veo que la distancia entre la Europa que nos enseñan en las aulas y la Europa percibida por la gente es abismal.

PS: Escribo estas líneas en la única cabina de internet pública de mi barrio. Mi labtop está "kaputt". La cabina pertenece a un migrante paquistaní con 20 años en Amsterdam. Se llama Ali y me pregunta amablemente de donde vengo y me cuenta que también conoce a Alemania, ha estado en Hannover. Después se concentra otra vez en una pagína web en árabe y una oración.
Las paredes del negocio están llenos de afiches que promocionan tarifas telefónicas para cualquier rincón del mundo. El negocio está abierto todos los días - menos el viernes a mediodía, día de la oración en la mezquita. Los clientes de la cabina son migrantes de todos los países. (Sospecho que todos los holandeses tienen internet en casa y no necesitan acudir a una cabina pública ). Un joven africano me advierte de cerrar el cierre de mi bolso para que no me roben.
Este ambiente es parte de Europa también. Es la gente que no está invitada a votar. Es la gente de la que algunos políticos quieren inculcarnos miedo.

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